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Ya conocemos el dicho: ‘Más vale una imagen que mil palabras’. Y estas mil palabras son aún menos efectivas si el destinatario de las mismas no sabe leer. Cosa muy común en las trincheras de la Guerra Civil.

Tal vez más acusado en las del lado Republicano, ya que sus voluntarios provenían de las clases más bajas, y habían tenido menos acceso a la cultura.

Este analfabetismo era un problema, porque un soldado inculto tiene más dificultad para entender las órdenes, para aprender el manejo de un arma, para tomar el mando, etc.

Para comunicarse con estos soldados el Comisariado General de Guerra creó una tira cómica donde se describían las ‘azañas’ del soldado Canuto. El prototipo de lo que no debe ser o hacer un soldado. Un antihéroe. Se pretendía así que los soldados hicieran lo contrario a lo que se caricaturiza para no caer en ridículo delante de sus compañeros.



A través de estas historietas, el Comisariado daba consejos sobre la vida militar, compañerismo, el juego, disciplina, sexualidad, etc.

Solían ser de una página con los textos al pie redactados en verso:

Canuto retorna al frente y sigue tan imprudente.
Pues, a su sector llegado y una baraja ha sacado.
Logra formar enseguida una importante partida.
Se juega con gran fruición hasta la respiración.
A Canuto le han ganado y encima quedó entrampado




A este grito (y ondeando la bandera tricolor) se rebelaron algunos militares en Julio del 36. Destacados generales, como Mola o Queipo de Llano, eran fervientes republicanos.

De hecho, Queipo de Llano era consuegro de Niceto Alcalá Zamora, que había sido Presidente de la República hasta poco antes de la guerra.

Por otro lado, el General Mola casi tiene que abortar la sublevación cuando los Carlistas amenazaron con retirar su apoyo a la sublevación si esta no se hacía bajo la bandera roja y gualda.

El Teniente Coronel Juan Yagüe, que era falangista, también cerró con un ‘Viva la Republica’ su arenga a los legionarios que participaron en la toma de Badajoz:

"Merecéis el triunfo porque frente a los que saben odiar, vosotros sabéis amar y cantar y reír. Allá lejos está Madrid, legionarios, y allí llegaremos todos, porque para guiar nuestros pasos en la lucha resucitarán los que aquí cayeron, luchando por España ¡Legionarios de la 16 Compañía: Qué pocos habéis quedado y que orgulloso me siento de vosotros! Gritad conmigo: Viva España, viva la República, viva el Ejército"

La bandera de la República fue oficial hasta mediados de Agosto, cuando se estableció la bicolor como la bandera de la España Nacional.

Los gritos de ‘Viva la República’ en los primeros momentos del ‘alzamiento’ contrastan con los vivas a España que daría en el Madrid republicano la Junta de Defensa del Coronel Casado durante los últimos días de la guerra.