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Si hay que ir a la guerra, se va (aunque sea tarde), pero ir a pasar calamidades....

Esto es lo que debió pensar uno de los milicianos valencianos que formaban parte de las milicias del frente de Teruel.



¿Que es eso de ir a la guerra y que no le den a uno permisos y a pasar penurias? Tal sería su enojo ante la falta de permisos y mala comida (y eso que era al principio de la guerra) que escribió al mismísimo Presidente del Gobierno.

¡Esto solo pasaba en nuestra guerra!


Camarada Francisco Largo Caballero

Mi más estimado camarada, salud: Confirmo mi carta en buen estado de salud, lo mismo le deseo para su señoría, que nos ha interesado muchísimo a todos los antifascistas siempre, pero ahora más que nunca por que usted y muchos camaradas que componen el congreso son muy fieles a la causa y aplastar el fascismo.

Camarada Francisco Largo Caballero, yo secretario de las Juventudes Socialistas de Puzol, supongo que usted tendrá conocimiento del pueble ese tan carca, mi misión como secretario era ejecutar a los traidores capitalistas fascistas y preparar el pueblo; una vez hechos mis trabajos en la retaguardia y en dicho pueblo, comprendí que también mi puesto era estar en el frente, por cuyos motivos dejé mi puesto a un seguro y buen camarada. Mi alistamiento fue y sigue siendo batallón “Pablo Iglesias”, a la vez que le deseo mucha salud le hago saber mis deseos por estas líneas, que es el siguiente: Me encuentro de miliciano en ese batallón, primera compañía, primera sección y resulta que en todas las brigadas y batallones se disfruta de permisos y yo en estos meses no he podido tener nunca permiso ni para un solo día, mientras que en la columna vecina de Eixea-Uribes, disfrutan de sus permisos, parece yo noto que en las columnas hay privilegios y tanto para los permisos como para las comidas pues hablando claro, en esta no hacen más que engañarnos, y aquí no somos niños sino hombres comprensibles y justicieros para nuestra causa, pues yo como buen socialista le pongo al corriente que esto no hace más que crear nubes y muy extensas, pues no se oye más que decir de todas las bocas de los milicianos que como ellos no comen igual ni disfrutan de permisos como en las demás columnas que quieren darse de baja. Ahora han empezado aquí los permisos de tal forma que salimos perjudicados y es de la forma siguiente, a los tres meses de estar aquí han dado permiso a un pelotón que se compone, con el sargento y el oficial, de 17 camaradas, han venido casi todos ellos y por que faltan varios de venir del permiso o bien por que se han dado de baja para irse a otras columnas en que haya mejor dirección que en esta o les atienden mejor y por que quieren luchar y no estar parados no han vuelto, pues ahora dice el camarada comandante del batallón José Sellens que los demás no tendríamos permiso hasta que no vuelvan los que faltan y no hay derecho a que los demás paguemos el pato y es más que aquí en dicha compañía el comandante ni tiene ni ha tenido nunca simpatía con los milicianos pues como yo creo que esto trae las consecuencias de que todos los milicianos quisieran darse de baja por lo mal organizado que esta como buen miliciano socialista se lo pongo de aviso para que vea la fórmula de que aquí no se pueda abrir nunca de ninguna manera la boca sin que ninguno se quiera dar de baraja.

Sin más por esta le desea mucha salud y queda por la causa este miliciano y camarada y mande como guste,

Vicente Torremocha 

Lo gracioso es que la carta llegó a Largo de Caballero y este dio orden de que arreglaran el asunto. Supongo que no tendría cosas más importantes que hacer .

Repito ¡Esto solo pasaba en nuestra guerra!