El Hotel Florida, en la Plaza del Callao, ofrecía las mejores vistas de todo Madrid. Vistas al Cerro Garabitas, en la Casa de Campo… donde los franquistas tenían las baterías que diariamente bombardeaban la capital.
Esto, en sí, no es malo. Un entretenimiento más, dirían algunos.
El problema es que estaba en la línea de tiro, justo entre el mencionado cerro y el Edificio de la Telefónica (que era el objetivo de los bombardeos) por lo que fue alcanzado con cierta regularidad.
Hasta 30 bombas hicieron impacto a lo largo de la guerra.
No es de extrañar que las habitaciones orientadas hacia la Casa Campo tuvieran poca demanda (solo para huéspedes con nervios de acero).
Sin embargo, lo de que costara dormir no fue problema alguno para la popularidad del hotel. De hecho, era el hotel de los periodistas. En el se hospedaron Hemingway, John Dos Passos, Robert Capa y Arturo Barea entre otros.
El edificio ya no está. Lo derribaron para construir lo que fue Galerías Preciados (hoy Corte Ingles). ¡Bendito consumismo!
Así que la próxima vez que estés probándote pantalones en la planta 5, piensa que tal vez ahí se sentaba Hemingway a escribir. Y mira antes de salir de los probadores, no vaya caer otra bomba.
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