Tras el Golpe de Casado en Marzo
de 1937 la zona republicana se preparaba para la rendición. En Madrid los
grupos de la Quinta Columna estaban cada vez más activos. A finales de mes, y
coincidiendo con el anuncio de Ofensiva Final, empezaron a hacerse con el poder
de los puntos neurálgicos de la capital para evitar su destrucción.
Así, en la noche del 28 un grupo
de unos 20 falangistas se apoderaron del Ministerio de Hacienda. Los
miembros de seguridad que quedaban no opusieron resistencia; aunque se
mantuvieron en sus puestos, junto con algunos funcionarios, hasta la entrega
del poder a las nuevas autoridades militares.
Entre ellos estaba D. Julián
Besteiro.
El jefe del grupo de falangistas se
llamaba Ángel Luque, y nada más
encontrarse con Besteiro le dijo levantando el brazo derecho:
- ¿No ha aprendido
usted el saludo de la Nueva España?
- No señor - respondió Besteiro - y lo que es peor, ya a mis años, me temo que
me va a costar mucho aprenderlo
Sin duda, Don Julián era mucho
Don Julián.
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